En la consulta, es común que hombres y mujeres busquen formas de mejorar su vida sexual. Entre las soluciones más recomendadas están los ejercicios de Kegel, aunque a menudo la gente no tiene muy claro cómo funcionan o qué beneficios ofrecen. Es más, algunos pueden haber probado estos ejercicios unas pocas veces sin notar mejoras, lo que puede generar frustración. Pero, con paciencia y constancia, los Kegel pueden ser una herramienta poderosa para fortalecer los músculos del suelo pélvico y, de paso, mejorar la vida sexual tanto de hombres como de mujeres.

¿Qué son los ejercicios de Kegel?

Los ejercicios de Kegel se centran en fortalecer los músculos del suelo pélvico, que son los que sostienen órganos como la vejiga, el útero (en mujeres) y el recto. Estos músculos cumplen una función crucial no solo en la continencia urinaria, sino también en el rendimiento sexual.

Piensa en el suelo pélvico como el “soporte” interno de varios órganos importantes. Con el tiempo, debido a causas como el embarazo, el parto, el envejecimiento o ciertas cirugías, estos músculos pueden debilitarse. Eso es lo que provoca algunos problemas comunes, como la incontinencia urinaria o incluso el prolapso de órganos. Los Kegel son ejercicios sencillos que ayudan a tonificar estos músculos, y aunque al principio fueron diseñados para mujeres, hoy sabemos que los hombres también pueden beneficiarse enormemente de ellos.

Beneficios de los ejercicios de Kegel para las mujeres

Para las mujeres, fortalecer el suelo pélvico con ejercicios de Kegel no solo tiene un impacto positivo en la salud física, sino también en la sexual. Al tonificar estos músculos, se mejora el control muscular durante el acto sexual, lo que puede intensificar los orgasmos y aumentar la sensación de placer.

Esto es especialmente útil después de eventos como el embarazo o el parto, que pueden debilitar estos músculos. Muchas mujeres encuentran que, al recuperar la fuerza en esta área, su confianza y disfrute sexual también aumentan. Es una forma natural y no invasiva de mejorar la salud íntima y la satisfacción en las relaciones.

Beneficios de los ejercicios de Kegel para los hombres

Aunque los Kegel se popularizaron inicialmente como un ejercicio para mujeres, los hombres también pueden obtener grandes beneficios. Fortalecer el suelo pélvico ayuda a los hombres a mejorar el control sobre su eyaculación, lo que puede ser especialmente útil para quienes experimentan problemas como la eyaculación precoz.

Además, los Kegel pueden contribuir a erecciones más firmes y duraderas, ya que estos músculos están involucrados en la función eréctil. También se ha observado que estos ejercicios pueden favorecer la salud prostática y reducir el riesgo de incontinencia urinaria en los hombres.

Es una solución natural y sin efectos secundarios que, si se realiza de manera consistente, puede traer mejoras notables en la calidad de vida sexual del hombre.

¿Cómo se hacen los ejercicios de Kegel?

Ahora que conocemos los beneficios, veamos cómo realizar estos ejercicios de manera adecuada. No necesitas equipos complicados, solo la capacidad de identificar y trabajar los músculos correctos. Así que, si te preguntas por dónde empezar, aquí te dejamos una pequeña guía.

Paso 1: Identificar los músculos del suelo pélvico

El primer paso para hacer los ejercicios de Kegel es ubicar los músculos correctos. La manera más sencilla de hacerlo es intentar detener el flujo de orina a mitad de camino cuando vas al baño. Los músculos que utilizas para lograrlo son los que debes trabajar durante los ejercicios de Kegel.

Paso 2: Practica la contracción

Una vez que localices los músculos, comienza a contraerlos durante unos 5 a 10 segundos y luego relájalos durante el mismo tiempo. Repite este ciclo unas 10 veces seguidas. A medida que te vuelvas más hábil, puedes aumentar el número de repeticiones.

Es probable que al principio te sientas algo incómodo o no veas resultados inmediatos. ¡No te preocupes! Como cualquier ejercicio, los Kegel requieren consistencia. Con el tiempo, notarás cómo mejoras en el control y la fuerza de estos músculos.

Paso 3: Hazlo en cualquier momento

Lo más práctico de los ejercicios de Kegel es que puedes hacerlos casi en cualquier lugar y en cualquier momento. Ya sea mientras estás sentado frente a la computadora, viendo televisión o incluso durante el transporte público, estos ejercicios son discretos y no requieren que detengas tu día.

Paso 4: Aumenta la dificultad

A medida que ganes confianza, intenta variar la velocidad de contracción y relajación de los músculos. También puedes practicar en diferentes posiciones (sentado, de pie, acostado) para desafiar tus músculos de manera distinta.

Un buen truco es hacer contracciones rápidas y luego intentar mantener la tensión durante un período más largo, aumentando gradualmente el tiempo.

Si te animas a practicar estos ejercicios…

Es muy importante ser constante, pero también realista. Los ejercicios de Kegel no son una solución mágica que resolverá problemas sexuales de la noche a la mañana. Para ver resultados, es esencial practicarlos regularmente y durante un período prolongado de tiempo.

También es recomendable que, antes de empezar, consultes con un médico o especialista en salud sexual para asegurarte de que estos ejercicios son adecuados para ti. Cada persona tiene un cuerpo diferente, y lo que funciona para algunos, puede no ser lo más indicado para otros.

Si sientes dolor o molestias al hacer los ejercicios de Kegel, no dudes en detenerte y buscar ayuda profesional. Esto es clave, ya que, aunque estos ejercicios son seguros para la mayoría de las personas, podrían no ser apropiados para ciertas condiciones de salud.

Mejorar tu vida sexual requiere paciencia y dedicación

Estos ejercicios, como todo ejercicio, requiere constancia. No se trata de hacerlos una vez y esperar grandes cambios, sino de integrarlos en tu rutina diaria y ser paciente con los resultados. Al final, cuando veas que todos a tu alrededor se quejan de achaques que tú no tengas, es cuando empezarás a verle las ventajas de esta rutina. Inténtalo y notarás la diferencia!

Si tienes más dudas sobre los ejercicios o buscas otras maneras de mejorar tu vida sexual, ¡No dudes en contactarnos!

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Referencias

• Cabello Santamaría, F. (2010). Manual de sexología y terapia sexual. Editorial Psimática.