Bueno, bienvenidas,
bienvenidos, bienvenides a
todas las personas que
están en este momento.
Muchísimas gracias a AEPSIS por darnos este
espacio, a S de Sexólogos.
Somos una cooperativa
andaluza que trabajamos en
asesoramiento sexológico
y psicológico a nivel online.
Trabajamos mucho con
población migrante o con personas
de nuestros respectivos
países, pues todos somos latinos.
Yo soy Marcela Castro,
parte de S de Sexólogos, soy
psicóloga con una maestría
en psicología clínica.
Tengo un máster en ciencias de la
sexología, tanto en terapia de pareja y
sexología clínica, como en educación
sexológica y asesoramiento, y también
cuento con un máster en migración,
mediación y población vulnerable.
Ahí voy contando un poquito de mí mientras
se van conectando más personas.
Los invito, bueno, ahorita empezaré con la
presentación y la compartiré.
De hecho, la iré compartiendo mientras
tanto y podamos escribir.
Yo tengo mi chat abierto aquí en otro
dispositivo, entonces me gustaría que me
contaran si hay alguien que sea
profesional de la salud, o si son personas
que son o consultantes o tienen interés
para hablar del tema del estrés,
del cansancio, del burnout y cómo eso
afecta nuestro deseo sexual.
Lo que van a encontrar en esta charla,
entonces van a encontrar un componente
teórico, un componente práctico de
recomendaciones terapéuticas, tanto si son
profesionales como si son personas que
están interesadas en este tema.
Y pues, soy terapeuta que lo hacemos,
así que los pondré a hacer cositas.
Los pondré a que estemos
trabajando en torno a ejercicios
que les voy a ir proponiendo,
participaciones y demás.
Por eso, el tema de que
si participan en el chat,
yo lo agradeceré enormemente
y con muchísimo cariño.
Bueno, ya que son las nueve y cinco,
empezamos a darle el inicio de nuestra charla.
Les recomiendo por favor tener papel y
lápiz.
De hecho, vamos a empezar teniendo una
lista.
Vamos a crear una lista
en donde vamos a escribir
creencias y vamos a
enumerar del uno al ocho.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco,
seis, siete, ocho.
Y yo, en la medida que vamos teniendo la
charla, yo les voy a ir indicando ciertas
creencias y vamos
a ir revisando si son
creencias que nosotros
tenemos o que teníamos.
Y lo vamos revisando.
Perfecto.
Quiero iniciar con una pregunta
fundamental.
¿Por qué nos sentimos demasiado cansados para el sexo?
¿Alguna vez ustedes han
sentido que están demasiado
cansados, cansadas,
cansadas para el sexo?
¿En algún momento esta situación les ha
ocurrido?
No tienen que escribir, pero si me regalan
una reaccioncita de pulgar arriba,
sé que sí.
¿Por qué es importante que nos preguntemos
esto si en algún momento nos hemos sentido
demasiado cansados para tener relaciones,
para tener intimidad con nuestra pareja?
Porque esto es más común de lo que se
dice.
Y cuando se dice muchas veces no es tan
bien recibido por nuestra relación,
entonces es algo que vamos a ir
desmontando con nuestra charla de hoy.
¿Listo?
Entonces vamos con… listo.
¿El deseo sexual es solo biológico o algo más?
Darnos cuenta que el deseo no vive
aislado.
¿Qué implica esto?
Que el deseo cambia, cambia porque el
ambiente, el cuerpo, nuestras mentes cambian.
Ninguno de nosotros somos la misma persona
que éramos hace 5, 3 años atrás.
Entonces, yo vengo con la idea de que
ampliemos la mirada del deseo sexual y
veamos el deseo como una mirada amplia e
inclusiva.
¿Esto qué implica?
Que el deseo sexual no es algo que es
meramente biológico, como que simplemente
se activa fisiológicamente ya,
sino que es un fenómeno biopsicosocial.
¿Qué es la interacción y el resultado
entre factores biológicos?
Acá tenemos el tema de las hormonas,
el sueño, la energía física, los factores
psicológicos, si tenemos estrés,
cuánta tensión y cuánta focalización
podemos tener, cuáles son esas emociones
que nosotros estamos atravesando en
diferentes momentos de la vida,
cuáles son esos factores interpersonales
por los que estamos atravesando
que van cambiando con
el tiempo, cómo es la
calidad de nuestra relación.
Puede que nuestra relación al comienzo
hubiese sido súper fobosa, súper amorosa,
pero con el tiempo, con las dinámicas,
con los conflictos, ha ido cambiando.
La comunicación, y no
solamente la comunicación
en general, sino la
comunicación sexual.
A mí me llega mucho a consulta personas
diciendo, en todo lo demás nos comunicamos
divinamente, en todo lo demás nos
entendemos, pero cuando tenemos que hablar
del sexo, el tema se
pone tenso, es complejo, lo
evitamos, entonces es
importante tener en cuenta eso.
Los factores socioculturales, cuáles son
esas normas, cómo fue tu crianza,
cuáles son esos mandatos que tenemos en
torno de la sexualidad, cuáles son esas
expectativas que tenemos
hacia nosotros, hacia
nuestra pareja, las
expectativas del género.
Como que el hombre siempre tiene que tener
ganas, y que la mujer también tiene que
tener como múltiples
orgasmos muchas veces, o que si
queremos a nuestra pareja
tenemos siempre que rendir.
Cosas de esas son mandatos sociales y
culturales que unido a una baja educación
sexual que lastimosamente es muy,
muy pobre, porque en nuestra casa no se
habla, en los colegios sí hablan de la
sexualidad, hablan más como de métodos
anticonceptivos, enfermedades de
transmisión sexual, como el peligro,
como todo lo malo que te puede ocurrir,
y lastimosamente a veces acabamos a merced
de que nuestro educador sexual es la
pornografía.
Bueno, entonces teniendo en cuenta estas,
estos cuatro ejes, estas cuatro
interacciones, nos vamos dando cuenta que
cualquier cambio en alguna de estas
esferas impactan directamente en el deseo,
¿sí?
Entonces puede ser un exceso de trabajo,
pueden ser los conflictos en pareja,
migrar, una nueva maternidad, unos nuevos
retos como tal.
Entonces, en consulta muchas
personas llegan pensando que
la falta de sexo es porque
ya la pareja a uno no lo desea.
Entonces, ¿se acuerdan
que les dije que cogieran
papel y lápiz y escribieran
creencias y del 1 al 8?
Esta es la primera creencia.
¿Qué creencias limitan nuestra comprensión del deseo?
Si no hay sexo en mi relación de pareja es
que ya no se me desea.
Y quiero que piensen si es una creencia
que ustedes tienen o tenían, pero tener
una creencia no es solamente a nivel
cognitivo, porque si yo hablo,
por ejemplo, bueno, es normal que no te
deseen.
Tú lo puedes entender
cognitivamente, pero de pronto
emocionalmente no estás
conectado con esa creencia.
Por ejemplo, yo llego a mi
casa y busco a mi pareja, busco a
mi esposo para tener relaciones
y él me dice que no quiere.
Yo racionalmente puedo entender que él no
quiera, pero emocionalmente me siento
rechazada, siento que
de pronto ya no me desea,
siento que ya está desconectado
emocionalmente de mí.
Entonces implica que esa creencia sí está
arraigada, aunque no cognitivamente la
puedo racionalizar y la
puedo entender cuando la
expreso, pero emocionalmente
esa creencia sigue allí.
Entonces, para que lo tengan en cuenta,
la primera creencia es si no tengo deseo
en mi relación de pareja es que ya no me
desean.
Y al lado ustedes van a poner si la tienen
con un chulito, si no la tienen con una
ex, y si no la tienen a nivel cognitivo y
a nivel emocional.
¿Listo?
Entonces, al final de la charla vamos a
terminar con 8 creencias que nos van a
poner a reflexionar sobre nuestras
creencias en torno al deseo.
Entonces, con esto, ¿a qué voy?
Que la sexualidad es contextual,
no es individual, no es estática,
no es esto que todos
quisiéramos tener ese periodo de
luna mil que vivimos al
comienzo con nuestras parejas.
Que es que nosotros los primeros meses
hacíamos y deshacíamos cantidad de veces,
y ahora si lo hacemos una vez a la semana
es mucho.
Bueno, toca mirar qué es lo que ocurre
ahí, no implica que no se desee,
y no podemos comparar el inicio de nuestra
relación con el presente.
Listo, ahora vamos a hablar de algo muy
importante y es los tipos del deseo sexual.
¿Existen distintos tipos de deseo sexual?
Tenemos dos tipos de deseo sexual,
el deseo espontáneo y el deseo reactivo.
El deseo espontáneo aparece de una forma
más natural, es la que es común a los
inicios de unas relaciones, por ejemplo,
en la que las personas con falo cuando se
despiertan a veces tienen sus erecciones,
es cuando las mujeres con vulva,
las personas con vulva, lo siento,
sienten como una lubricación, una
excitación donde no hay nada que esté
mediando y lo genera.
Y por el otro lado está un
deseo reactivo o responsivo,
y este surge a partir de la
estimulación como respuesta.
Entonces llega un
pareja y dice, es que no
toma la iniciativa, es
que siempre inicio yo.
De pronto tu pareja no tiene un deseo
espontáneo, no se le ocurre, no lo piensa,
pero con el estímulo
adecuado, con la conexión
adecuada, con la intimidad
adecuada, sí lo genera.
Este modelo lo generó una autora que se
llama Bason, ella hizo el modelo circular
del deseo y de la excitación, y habla de
que muchas personas, esto sobre todo fue
en la respuesta sexual femenina,
parten de una neutralidad sexual,
y de acuerdo al feedback que ella reciba,
o que esta persona reciba, con unos
estímulos adecuados, por el contexto,
por las caricias, por una intimidad
emocional, por una charla
previa, va generando esa
excitación mental que se
traduce a una excitación genital.
Y cuando esto pasa, empieza a haber esa
excitación, el deseo, la satisfacción,
y la relación íntima se presta con mucha
más actitud.
Entonces, ¿qué basa este modelo?
Que el deseo no aparece
porque sí, sino cuando
las condiciones son
favorables y se dan.
Esto es muy normal en relaciones largas,
y como mencioné, este modelo está basado
sobre todo en la respuesta sexual
femenina.
Entonces, hay que ver qué podemos ver
desde acá, que más que ser una
consecuencia, puede ser un punto de
partida.
Perdón, es más una consecuencia que un
punto de partida.
También hay que mirar cuáles son esos
factores que alimentan el deseo.
¿Qué factores alimentan o apagan el deseo?
Entonces está el placer físico y el
orgasmo, está la conexión emocional,
la intimidad, lo cual
implica que si peleamos con
nuestra pareja, seguramente
no va a estar tan presente.
La comunicación y la expresión de afecto y
de cuidado fuera de entornos eróticos,
la corresponsabilidad
en el hogar, la división de
carga mental, todo este
tipo de cosas es importante.
Y un trabajo individual que pueda aumentar
la autoestima de la persona, el sentirse
deseado, el sentirse atractivo,
el sentirse amado.
Y un bienestar general, que
es lo que estábamos hablando
de los otros componentes
en el modelo biopsico-social.
Y es que la persona sienta complicidad,
esté en un ambiente de bienestar general,
de relax, que le interese complacer a la
pareja, pero complacerse a sí misma.
Y bueno, esto nos ayuda tanto ver los
diferentes tipos de deseos, como ver el
formato biopsico-social del deseo, nos
ayuda a darnos cuenta de algunas creencias.
Entonces, el segundo sería, ¿el deseo es
automático o constante?
¿Ustedes creen que el deseo,
después de la explicación que
les doy, necesariamente tenga
que ser automático y constante?
Si es así, preguntémonos de pronto las
exigencias que estamos teniendo,
o bien sea para nosotros mismos,
si somos las personas con bajo deseo,
o las expectativas y exigencias que le
estamos generando a nuestras parejas,
si son ellos los que tienen un bajo deseo.
¿La creencia de que si me ama,
siempre querrá tener sexo?
Pues claro, porque es que si no,
se parece mucho a la primera.
Y esto nos da cuenta,
entonces vayan llenando
las creencias y vayan
diciendo si sí o si no.
Y al final nos vamos dando cuenta cuántas
creencias limitantes tenemos o no,
respecto a nuestro deseo.
¿Qué pasa acá?
Los estudios muestran que en el contexto
relacional, el hecho de que hayan
conflictos y una falta de intimidad,
y también que hayan factores externos,
como por ejemplo, turnos largos en el
trabajo, una carga doméstica devastadora,
tener 20.000 roles, se
correlacionan directamente
con la baja frecuencia
sexual y un menor deseo.
Entonces, a mí me pasa mucho en terapia
que llegan mujeres, bien sea o en terapia
de pareja o ellas solitas, porque su
pareja también les da a veces como el
ultimátum de entorno a
que sienten que hay algo
mal en ellas por tener
un bajo deseo sexual.
Y cuando empezamos a trabajar
nos damos cuenta que sí, sí
hay deseo, pero es un deseo
más reactivo que espontáneo.
Que cuando ellas se permiten, por ejemplo,
trabajar en cuáles son esos disruptores
que no les permiten estar tranquilas,
empiezan a sentir más deseo.
Entonces, por ejemplo, tengo un caso de que
necesitaba tener toda su casita ordenada.
Entonces, cuando tiene toda su casita
ordenada, no tiene como esa idea de…
Cuando empezaba a tener intimidad con su
pareja, estaba pensando, ay, los platos,
ay, toca lavar la ropa, ay, toca hacer
cualquier cosa de la casa.
Entonces, cuando empezamos a planear tener
encuentros después de organizar la casa,
era algo que hacían en conjunto,
y después había una mayor facilidad a
tener estos encuentros, lo cual era
genial.
Ay, mi gato…
Lo bajo, ya.
Parejas migrantes.
Otro ejemplo que también me ocurre mucho y
que lo veo, tenía una pareja que venía,
que estaba viviendo en Australia,
migraron en pareja.
Y para poder tener un buen nivel de vida,
eso les implicaba ser pluriempleados,
tener dos o tres trabajos,
empezando de cero,
migrando a 20.000
kilómetros de su país.
Y llegaban a sesión diciendo,
es que no nos encontramos,
estamos súper desconectados,
no hay sexualidad.
Y cuando empezábamos a mirar cómo eran sus
rutinas, con tres trabajos, con llegar a
la casa, con ahorrar absolutamente todo,
aprender el idioma, hacer todos los
papeles, que implicaba tener la visa allí
en este país, pues nos dábamos cuenta que
era un cansancio
tremendo y una falta de
tiempo, lo que reducía
totalmente su frecuencia.
En el momento que se
pudieron regular con el tiempo,
su calidad de sexo
aumentó significativamente.
Y además, muchas veces llegan con la idea
de, porque si nuestro vínculo afectivo es
tan bueno, si nos queremos tanto,
¿por qué no funciona?
Eso es algo con lo que llegan mucho las
parejas.
Bueno, entonces pasando del deseo,
vamos a hablar de unos disruptores que es
lo que nos traen esta charla y es lo que
nadie nos cuenta, y es el estrés,
el cansancio y el burnout.
Para eso necesitamos identificar cuál es
la diferencia entre los tres.
Entonces, partamos por el estrés.
El estrés nos habla de una respuesta
natural del cuerpo y de la mente ante
cualquier demanda que sentimos que nos es
excesiva en algún momento.
Este estrés puede ser positivo,
que es lo que llamamos estrés.
Y este estrés positivo nos ayuda a rendir
mejor, ya sea por ejemplo cuando tenemos
alguna presentación importante,
cuando tenemos algún examen.
Este tipo de situaciones genera estrés,
pero es un estrés que nos ayuda y nos
motiva cuando estamos en una carrera o en
una competición deportiva.
Pero también puede ser negativo,
que es lo que nosotros llamamos estrés,
que se vuelve negativo
cuando se prolonga demasiado
y cuando puede haber
una situación que no cesa.
Entonces, se manifiesta en el cuerpo y en
la mente como tensión muscular.
Mucha gente lo relaciona mucho con una
tensión en esta parte del cuerpo,
lo que es espalda, hombros, dificultad
para concentrarse.
Ahora que está tan valorado el
multitasking, es difícil estar en una cosa
o en otra y la gente termina
procrastinando un montón.
Una irritabilidad, no se le puede decir
nada.
Esto me recuerda mucho cuando uno está
terminando semestre o año académico y está
en semana de exámenes y de parciales,
pues algo así, ¿no?
Insomnio, ¿no?
Esa sobrepensadera, esa situación
como agobiante y angustiante
lleva a que no tengamos
una buena calidad de sueño.
Entonces, eso sería el estrés.
Ahora bien, ¿qué es el cansancio?
¿Qué diferencia hay entre estrés, cansancio y burnout?
El cansancio es una sensación que es
normal y que es reversible y siempre va a
aparecer después de que hay un esfuerzo
físico o mental.
Pero se alivia.
Por eso el cansancio no es tan problemático
porque tiene formas de aliviarse.
Se puede aliviar con sueño, con pasos
activos.
Ya iremos a mirar a
detalle qué tipos de
cansancio y qué tipo de
descansos podemos tener.
No implica necesariamente
tener un problema
clínico, necesariamente
el cansancio, ¿vale?
Sino que cuando éste se acumula y demás,
puede por lo menos transformarse en un
burnout, que el burnout es un síndrome de
desgaste vital.
Antes se asociaba mucho con lo laboral,
pero ya se sabe que puede ser vital.
Es un estado crónico de agotamiento extremo
y que va más allá del cansancio común.
Por más que descanses, no logras
reponerte.
Incluye tres componentes,
que es el agotamiento
emocional, esa sensación
de no poder más con la vida.
Una despersonalización.
Me sobrepasa tanto esta
situación que no puedo
enfrentarla, entonces me
desconecto emocionalmente con eso.
Entonces aquí es donde
uno a veces ve a la persona
como tan apática, hasta
como cínica, muchas veces.
Y una reducción en la eficiencia personal.
Entonces, como digo, esto no se resuelve
simplemente durmiendo, no se resuelve tan
fácilmente con un descanso, sino que
requiere como más cambios estructurales,
cambios en hábitos y demás, tener mucho
apoyo social, incluso asistir a terapia,
generalmente.
Entonces, bueno, teniendo clara ya la
diferencia que tenemos entre estrés,
cansancio y burnout,
si llegan a tener alguna
pregunta, me la pueden
ir escribiendo por el chat.
Yo los recibo y los leo.
Aquí tengo mi chatcito abierto a un lado
para verlos.
Bueno, ¿qué es lo que pasa en el cuerpo a
través del cansancio y del estrés?
Nosotros tenemos dos
componentes muy importantes,
que es el hipotálamo
y la hipófisis, ¿sí?
¿Cómo afecta el estrés al cuerpo y al deseo?
Y nosotros tenemos dos ejes muy
importantes.
Tenemos el hipotálamo y el eje HPA,
que es hipotálamo-hipófisis adrenal,
que genera cortisol.
El cortisol es una hormona que regula
funciones metabólicas, cardiovasculares,
inmunológicas.
O sea, el cortisol es bueno.
¿Qué es lo que pasa?
Cuando se excede este nivel de cortisol,
cuando se activa de forma sostenida,
empieza a interrumpir y a interferir en el
eje que nos lleva a nuestro deseo,
a nuestra excitación, que es el eje HPG,
que es la hipótesis.
La hipótesis.
El hipotálamo, la hipófisis y gonadal,
¿no?
Que generalmente es lo que nos ayuda a
regularnos sexualmente, a detectar cuando
tenemos deseo, cuando tenemos excitación,
cuando el PNED se pone recto, cuando se
genera una lubricación vaginal en este
momento.
Pero cuando hay un exceso de generación de
cortisol, interfiere en esto.
¿Y qué pasa acá?
En lenguaje simple, el
cerebro se pone en modo
supervivencia y deja
de priorizar el placer.
Entonces, ¿qué es lo que pasa?
Ya de por sí, si estamos muy estresados,
nuestra hormona del cortisol va a
interrumpir que nuestro cerebro mande los
estímulos necesarios para que nuestra
respuesta fisiológica hacia la
excitabilidad se dé.
Eso por un lado.
Y por el otro lado, también afecta la
tensión, es decir, aumenta la distracción.
Y una mente ocupada de preocupaciones
nunca se va a entregar al estímulo erótico.
Usted puede creer que tiene muchas ganas,
usted puede haber estado preparado todo el
día para encontrarse con su pareja y tener
la intimidad, pero si usted está
distraído, olvídese que va a haber
conexión sexual en ese momento.
¿Listo?
La distracción es un predictor de menor
excitación genital.
En muchos estudios en
donde se ha trabajado el deseo,
la distracción es uno de
esos mayores predictores.
Entonces, acá viene otra creencia.
Y está eso de pensar
que si porque tienen deseo
ya deberían poder tener
relaciones sexuales.
¿Y esto qué implica?
Uno puede sentir
deseo, pero aún así no se
puede dar la respuesta
fisiológica excitatoria.
Entonces, por ejemplo, que estamos con
nuestra pareja y sentimos que nuestra
pareja, por ejemplo, su miembro nos
erecta, o tocamos a nuestra pareja y
sentimos que no está lubricada,
entonces estamos pensando, no,
no siente deseo, pero
puede que todavía la
respuesta fisiológica
no se esté generando.
Entonces, se requiere un estímulo erótico,
no más intenso, más fuerte, más adecuado a
lo que esa persona le estimule para que esa
respuesta fisiológica excitatoria acceda.
Y por otro lado, en el cuerpo tenemos
nuestro sistema nervioso autónomo.
Y aquí hay consultantes míos, yo siempre
les hablo del sistema nervioso autónomo.
Y es que cuando hay un estrés crónico,
es decir, cuando hay un exceso de cortisol
en nuestro cuerpo, se altera la
circulación y la circulación afecta la
vascularización, lo cual hace que la
sangre no vaya a nuestros genitales.
¿Listo?
Y eso puede afectar claramente tanto la
erección como la lubricación.
¿Por qué?
Porque cuando el cerebro
está en modo de supervivencia,
pues necesita la
sangre para otras cosas.
Así no está ocurriendo
nada, así sea más el estrés
mental que realmente estar
en un estado de peligro real.
¿Listo?
Entonces, como toda la energía de nuestro
cuerpo está destinada para sobrevivir,
poco queda para el placer y para el
disfrute.
Entonces, decimos,
bueno, ¿qué hago si yo estoy
estresado pero quiero
estar con mi pareja?
Mi estrés no se va a quitar, ¿no?
Mi carga laboral no se va a quitar.
Pues yo les voy a dar un pequeño
ejercicio.
El ejercicio que vamos a hacer
es un ejercicio de desactivación,
de regular un poco nuestro
sistema nervioso autónomo.
¿Cómo lo van a hacer?
En donde ustedes estén en este momento,
me gustaría que se sienten, tengan la
espalda recta, cómoda, que pongan los pies
en el suelo y se puedan acomodar.
Cuando ya estén cómodos,
quiero que apoyen una de
sus manos en el pecho y
otra mano en el abdomen.
En ese momento vamos a empezar a respirar.
Vamos a inhalar en cuatro, contando hasta
cuatro, y vamos a exhalar contando hasta
seis, pero por la boca, como si
estuviéramos soplando un pitillo,
un popote, una pajita, como lo digan en
donde estén ustedes.
Inhalamos, dos, tres, cuatro, exhalamos
en seis, dos, tres, cuatro, cinco, seis.
Y eso para empezar, síganlo repitiendo,
y va a implicar una conciencia corporal.
Al exhalar, van a soltar conscientemente
los hombros y la mandíbula.
Entonces otra vez, inhalan en cuatro,
exhalan en seis, haciendo conciencia
corporal de distensionar el cuerpo,
y ahí quiero que se pregunten en dónde
están sintiendo calma,
qué parte del cuerpo
se siente calmada,
mientras siguen respirando.
Inhalan, exhalan, y quiero
que pongan sus manos en esa
parte del cuerpo en la que
sienten calma en este momento.
En mi caso es mi estómago.
Van a poner ahí y van a seguir respirando
con conciencia.
Y van a repetir conmigo, estoy presente y
disponible para conectar desde la calma.
Estoy presente y disponible para conectar
desde la calma.
Este pequeño ejercicio ayuda a que nuestro
sistema nervioso autónomo se relaje,
a que podamos distensionar las partes que
reconozcamos como tensas.
Respirar conscientemente nos ayuda también
a identificar dónde está la calma.
Entonces, si ustedes van a estar con su
pareja y sienten mucha angustia,
o su pareja tiene alguna respuesta y
ustedes sienten que van a ser reactivos o
que van a estar irritables porque los
estresados pueden ser ustedes,
hagan este ejercicio,
se demoran dos o tres
minutos, y ayuda mucho
a la autopercepción.
Bueno, espero que les haya gustado este
ejercicio.
¿Qué tipos de cansancio existen y cómo descansarlos?
Vamos a continuar un poco
con los tipos de cansancio
y los tipos de descanso
disponibles que tenemos, ¿no?
Como se darán cuenta, existen muchos tipos
de cansancio que impactan directamente con
nuestra vida cotidiana, con nuestras
relaciones y, claro, lo que nos trae aquí,
con nuestra sexualidad.
Entonces, por un lado tenemos el cansancio
físico.
¿Qué es el cansancio físico?
Pues esa fatiga muscular, en
España se le dicen agujetas,
en Colombia yo no me
acuerdo haberle tenido nombre.
Desgaste por falta de sueño, ¿no?
Ese dolor por no dormir, dolor de cabeza,
los párpados pesados, dolor en los pies de
pronto por una larga jornada laboral,
dolor de espalda, de manos si estás en la
oficina todo el día, o algún tipo de
esfuerzo corporal.
¿Listo?
Entonces, ¿cuál es el impacto que tiene el
cansancio físico en la sexualidad?
Pues que puede disminuir la energía corporal
necesaria para sostener la intimidad.
Puede que te tenga muchas
ganas, pero me duele tanto
el cuerpo que en este
momento no me da para eso.
¿Listo?
¿Cuál podría ser un buen descanso físico?
Dormir bien, hacer
estiramiento, los estiramientos
siempre vienen súper
bien, hacer pausas activas.
Si tienes la posibilidad, por ejemplo,
de caminar de tu casa al trabajo o a algún
lugar, irte caminando,
pero irte caminando con
un paso lento, tranquilo,
eso podría ayudar.
Por otro lado, tenemos el cansancio
mental.
Este cansancio mental es un agotamiento
más cognitivo, bien sea por el exceso de
tareas, bien sea porque hay alguna
sobreestimulación tecnológica,
estamos todos los días frente a las
pantallas, o porque muchas veces dentro de
nuestro trabajo, nuestro rol en la vida,
tomamos muchas decisiones en poco tiempo o
nos manejamos con situaciones
determinantes, estratégicas y demás.
Entonces, un ejemplo de esto puede ser
como esa sensación de no dar más,
aunque el cuerpo no está agotado.
Entonces, por ejemplo, hay personas que se
pueden ir al gimnasio divinamente,
aunque hayan estado
porque su cuerpo no está
agotado, pero mentalmente
están drenados.
¿Cuál es el impacto de este tipo de
cansancio en nuestra sexualidad?
Y es que cuando la mente está saturada,
no logra enfocarse en un estímulo erótico.
Que es lo que estábamos hablando
anteriormente con la distracción.
¿Cuáles son los posibles descansos
mentales?
Desconectarte digitalmente, quitarte horas
de pantalla, meditar, apagar a veces las
notificaciones, no tienes que apagar tu
celular ni no tener redes sociales,
pero de pronto silenciar las
notificaciones te podría ayudar.
Hacer pequeños respiros
en silencio, el ejercicio que
anteriormente hicimos nos
podría ayudar bastante en este.
Por otro lado tenemos el cansancio
emocional.
Este es más como de sostener
preocupaciones, conflictos, algún estrés
prolongado, si estamos pasando
por algún duelo, genera un
cansancio emocional
impresionante los duelos, las rupturas.
También es muy común en procesos
migratorios o en personas que tienen algún
diagnóstico en su salud mental,
pues también.
¿Cuál es un ejemplo de esto?
Sentir que no se puede desconectar del
miedo de perder el empleo o sentir que no
tienes tiempo para elaborar un duelo por
el que atravesaste recientemente.
O tener nostalgia por tener a tu familia
lejos, por lo menos en mi caso, ¿no?
¿Y cuál es el impacto que puede tener el
cansancio emocional en la sexualidad?
Y es que la intimidad requiere calma
emocional.
A veces el descanso no es dormir,
sino a veces es poder llorarle a alguien,
poder hablar, poder recibir
un abrazo, desahogarse con
alguien sin que intenten
solucionarte los problemas.
No sé si a alguien les ha pasado.
A veces ustedes solamente quieren ir y
contarle a alguien sus penurias y la
persona empieza a buscarle
soluciones y es como,
no, no, no, yo solo
quiero que me escuches.
Yo solo quiero aquí hacer
trama, yo voy a poder
con todo, pero quiero que
en este momento soltar.
Eso es una forma también.
El descanso emocional puede implicar
buscar estos espacios seguros,
como estoy diciendo,
también espacios seguros
para poder expresarte
emocionalmente, claro.
Escribir un diario, un diario,
por ejemplo, de gratitud, que últimamente
en los últimos años he visto que se ha
puesto tanto de moda.
Un diario de gratitud ayuda muchísimo para
este tipo de cansancio.
Listo.
Vamos por el cansancio relacional, que
es el agotamiento por demandas afectivas.
Bien sea por presión social, por
expectativas de roles de género,
porque estamos en un rol de cuidado
constante también.
Eso puede generar un cansancio relacional.
No solamente tiene que ser a nivel de
pareja.
Podemos tener familia demandante,
nuestros padres, o nuestros hijos si
tienen alguna condición
particular, o nuestras parejas
que nos demandan afectivamente
en ciertas situaciones.
Cuando vienen mucho por temas de deseo,
siempre hay alguno de los dos que demanda,
y eso genera un cansancio,
un agotamiento de no sé qué
más hacer, a mí no se me
ocurre, a mí no me dan ganas.
Pero me siento cansada porque me siento más
culpable, porque yo quisiera pero no puedo.
Muchas veces ocurre y llegan así.
Entonces, a veces también como estar
disponible para todo el mundo,
pero nunca tener tiempo
para uno mismo, también puede
ser un ejemplo de este
tipo de cansancio relacional.
¿Cuál es el impacto que este tiene en
nuestra sexualidad?
Esa sensación de estar drenado.
Estar drenado no ayuda a que tengas una
buena disponibilidad afectiva y erótica,
y eso hace que haya dificultades en la
pareja.
Y también, si peleas con tu pareja, pues
menos disponibilidad sexual vas a tener.
Y el descanso relacional puede ser como
revisar qué vínculos tienes y propender a
tener relaciones nutritivas, encontrarte
con gente que te brinde a ti ese apoyo,
ese lugar seguro, limitar contactos con
personas que te drenen en la medida de lo
posible, limitar contacto con docentes que
no te aportan, reservar espacios de
intimidad propia, tener citas
con lo mismo, todo ese tipo
de cosas ayudan mucho a que
uno descanse relacionalmente.
¿Cuáles son los mandatos culturales que
agravan el cansancio sexual?
Volvemos un poquito, y voy a ser muy
insistente en esta creencia que se tiene,
¿Cómo influyen los mandatos culturales en el cansancio sexual?
y es que si a uno lo aman, es que a uno le
tiene que tener ganas.
Es que si yo lo amo, ¿cómo es que no voy a
poder?
Entonces, va en doble sentido muchas
veces.
Pensar que el sexo, dentro de una relación
de pareja, es obligatorio en una relación.
No, no es obligatorio.
Cada uno tiene necesidades diferentes,
y la cantidad de veces que a ti te dan
ganas de tener relaciones sexuales no
tiene que ser la misma que yo tengo.
Entonces, no es una obligación,
que es un componente de salud y que muchas
veces es importante, pero como obligación
no lo es.
O a veces pensar que tener relaciones
sexuales solamente es cuestión de actitud.
Es como, ay, pero no esté triste.
Pues lo mismo acá, pues no.
Estos mandatos invalidan mucho la
experiencia real de la persona,
y de su sensación de
cansancio, y le hacen
sentir que está teniendo
un fallo personal.
Y no es así, por el
contrario, es como una
señal de que necesita
un descanso adecuado.
Bueno, se darán cuenta que en la lista de
descansos disponibles hay más de los que
he mencionado ahorita, entonces me
gustaría hablar brevemente de ellos.
El descanso sensorial puede ser,
por ejemplo, reducir ruidos, bajar el
brillo de las pantallas, tener contactos
más suaves como con la vida.
El descanso creativo, cualquier cosa que
sea manualidades, expresiones artísticas,
viajar, conectar con la naturaleza,
ir y abrazar árboles.
Todo eso es un descanso creativo que uno
necesita.
Descanso espiritual, conectar con los
valores propios, crear rituales,
aprender una velita, lo que sea.
Algo que a ti te conecte, escribir cartas
a ti mismo del futuro, del pasado,
todo eso ayuda un montón.
Si tienes alguna práctica religiosa o alguna
creencia religiosa, trabajar en tu fe.
Todo este tipo de prácticas también son
descansos.
Y bueno, teniendo en cuenta eso,
no sé, hasta el momento cómo van,
cuéntenme cómo se van sintiendo,
cómo va la cosa.
Y me gustaría que pensaran ustedes en este
momento con qué tipo de cansancio se
identifican más, cuál
es ese cansancio que en
este momento está ocupando
más tiempo en su vida.
Y si pueden identificar qué tipo de
descanso sería el más adecuado en su caso.
Recuerden que lo primero es reconocer el
cansancio.
Cuando uno reconoce el cansancio tiene pues
toda la posibilidad para transformarlo.
Ya uno mira qué tipo de descanso tiene.
Yo puedo estar cansada, yo puedo tener un
cansancio mental.
Y hay personas que quedarse en su casa en
el sofá viendo series es maravilloso,
pero hay otras personas que
intentan salir y contener contacto
social y vínculos y verse con
sus amigos e irse de fiesta.
Son formas de descanso válidas y diferentes,
por ejemplo, ante un mismo cansancio.
Entonces, bueno, no sé, ya vuelvo y los
invito.
Si alguno tiene alguna
pregunta, si alguno
quiere compartir algo en
el chat, bienvenido sea.
¿Listo?
Bueno, perfecto, nos vamos a hablar del
burnout.
El burnout durante muchos años se ha
investigado desde hace más de 40 años y
antes se veía como algo laboral,
pero ahora ya nos hemos dado cuenta que
puede aparecer en cualquier área de la
vida.
¿Qué tiene que tener?
¿Cuáles pueden ser las condiciones?
Que hay una posición de cuidado constante,
que hay una inversión de energía
importante, que hay muchas exigencias que
a veces pueden ser hasta incesantes,
no paran las exigencias y unas expectativas
que muchas veces pueden ser imposibles.
Y esto se puede dar en el trabajo,
en el estudio, en la pareja, en la
maternidad, en la
paternidad, en el cuidado de
otros, en todos los contextos
se puede dar burnout.
Ya les mencioné anteriormente por qué se
caracterizaba, ¿no?
No es necesariamente un
diagnóstico de una enfermedad
mental, pero es una afección
asociada a un estrés abrumador.
Entonces ya les dije, caracterizado por el
agotamiento emocional, la
despersonalización y una menor sensación
de realización personal, como sensación de
no lograr nada, que todo esfuerzo es
inútil, que las cosas no valen la pena.
Entonces, ¿cuál es la relación que tiene
el burnout con la sexualidad?
Estudios recientes han demostrado que,
por ejemplo, en los hombres se expresa más
la despersonalización,
son más apáticos, son más
cínicos, no logran
conectar con sus emociones.
Hay más alexitimia, ¿no?
Que no hay como conciencia de lograr las
emociones que sienten.
Y esto puede también afectar la erección y
la satisfacción que tienen.
Llegan muchos hombres que llegan con
disfunción eréctil o con un control
ejaculatorio no adecuado, no deseado más
bien.
Y cuando empezamos a hablar, se dan cuenta
que no son conscientes de qué les
satisface, qué roces, qué gestos eróticos
les gustan, qué prácticas les gustan,
porque se centran mucho en la exigencia y
en satisfacer al otro.
Y en el caso de las mujeres, se expresa
más en cansancio emocional y se asocia
¿Qué ocurre con la sexualidad en el burnout?
obviamente negativamente a la lubricación
y al orgasmo.
Entonces, llegan muchas personas,
bien sea por lubricación, llegan con una
dispareumia, implican que tienen dolor a
la hora de intentar tener el coito.
Y al orgasmo, pues dicen, no logro llegar.
Pero, por ejemplo, a veces logran llegar
masturbándose, pero con su pareja no.
O logran llegar de diferentes maneras,
pero la penetración no.
Bueno, esto acá también se abre un tema
gigante con la brecha orgásmica,
que no voy a entrar, pero también ocurre
bastante.
Entonces, ¿qué es lo que pasa?
Cualquier persona puede
sufrir de burnout, pero la forma
específica en que cada persona
lo vive es lo que es diferencial.
No hay un único modo.
Hay personas que están muy conectadas con
su cuerpo y reconocen inmediatamente cada
vez que hay algún factor que les genera
estrés.
Que reconocen fácilmente que está pasando
por sus cuerpos y por sus vidas.
Pero hay otras personas que no.
Y es ese constante de, me siento mal y no
sé por qué.
Me siento mal, estoy irritable,
pero no lo comprendo.
Y esa es una causa central del burnout.
Y es esa dificultad para reconocer y
validar lo que pasa dentro de uno mismo.
Pero bueno, después de todo esto,
y bueno, ya hay uno que hace con eso,
pues hay formas de afrontarlo.
La mejor forma de afrontarlo es siendo
amable y compasivo con uno mismo.
Entonces, por ejemplo, si ustedes se están
sintiendo enojados o estresados sin ningún
motivo, sin razón, en vez de minimizarlo o
forzarse a sentirse bien a las malas,
¿por qué no se preguntan?
Ey, ¿yo por qué estoy así?
¿Qué necesito en este momento de mi vida?
¿Hay algo que necesite cambiar?
O sea, más preguntas reflexivas y no
juzgadoras.
Porque la compasión no es, ay pobrecito,
no, no, no.
La compasión es preguntarse por cómo
estamos nosotros mismos.
Entonces, este tipo de
preguntas reflexivas podrían
ayudar más que obligarnos
a estar bien a las malas.
¿Listo?
A mí hay una analogía mucho
que me gusta mucho con las
emociones, y es pensar que
las emociones son como túneles.
¿No?
Que uno tiene que atravesar túneles
oscuros para poder llegar a la luz.
Hay que atravesar la oscuridad.
Entonces, muchas veces
las personas nos afrontan a su
estresor, a sus situaciones
de cansancio, al burnout.
¿Muchas veces por qué?
Porque le tienen miedo a sentirse mal.
Pero a veces necesitamos sentirnos mal
para poder entender por qué nos sentimos
mal y tomar las acciones necesarias y
poder ver la luz y poder sentirnos bien.
Entonces, lo primero es reconocer que
nuestro cuerpo algo siente, ¿cierto?
Cuando reconocemos que nuestro cuerpo algo
siente, es bueno permitir sentirlo,
cómo bueno, qué es esto que está pasando,
y atravesarlo por completo.
Más adelante, les voy a… tengo unos
recursos que les voy a recomendar,
y hay un libro particular,
porque ustedes pueden
decir, listo, yo, ¿cómo
atravieso el estrés?
Entonces, les voy a recomendar un libro
que es buenísimo para eso.
¿Qué es lo que pasa cuando uno se permite
como atravesar estos túneles emocionales,
pasa por esa oscuridad para llegar a la
luz y poder cerrar el ciclo del estrés?
Pues que eso va a fortalecer la confianza
en uno mismo.
Y eso también va a permitir que uno sienta
que tiene la capacidad de gestión
emocional, y eso da fuerza
para afrontar situaciones
a futuro igual de
estresantes o hasta más.
A veces, no solamente basta el
autocuidado.
¿Por qué?
Porque cuando uno está en pleno
burnout es muy difícil cuidarse,
porque uno está muy desesperanzado,
uno está muy abrumado.
Por eso también es importante trabajar en
crear una buena red de apoyo.
Personas que puedan escucharlo a uno sin
juzgar, espacios donde uno se pueda
desahogar, aunque sea un poquito,
como 10 minutos, no importa.
Y puedes encontrar parejas, amistades,
colegas que brinden ese bienestar, familia.
Entonces eso es como súper importante.
El autocuidado ayuda, pero no es todo.
Y crear una red de apoyo también nos puede
ayudar a salir un poco de ese túnel.
Listo.
Bueno, chiquillos, ¿cómo vamos?
Bueno, y entonces, con todo esto,
¿cuál es el impacto en la sexualidad?
Pues el impacto en la sexualidad,
como hemos venido viendo, no solo lo
siente el cuerpo, no
solo lo siente la mente,
sino que también
afecta nuestra intimidad.
Cuando la fatiga se vuelve crónica,
empieza a mostrarse de formas muy
concretas en nuestra sexualidad y lo vamos
a mirar.
Entonces hay un descenso sostenido en el
interés sexual.
Tiene que durar mínimo tres meses y se
liga con la fatiga.
Entonces, no, ¿por qué hoy lo hicimos y
mañana no?
Entonces ya aquí algo pasa.
No, eso no es suficiente para determinar
un diagnóstico.
Eso habla cuando
llevamos mínimo tres meses
con ese descenso
sostenido del interés sexual.
La evitación de la intimidad.
Esto pasa mucho porque a veces el
agotamiento pesa más que las ganas.
Y aquí viene otra de las creencias para
que lo anoten en su lista.
Y es, yo mejor no le doy un beso porque es
que va a querer sexo.
O yo mejor no me la acerco, no sé,
desnuda, porque eso va a ir a más allá.
O yo mejor no acaricio porque va a querer
que pase algo más.
Entonces, eso es a veces lo que uno peor
puede hacer, porque deja de evitar tener
relaciones, pero evita también todos los
demás gestos eróticos.
Los conflictos en pareja generan una falta
de deseo, una disposición bajísima a
encuentros eróticos y favorecen muchísimo
la desconexión emocional.
Dejando también, como en el
punto anterior de lado, otras prácticas
y gestos eróticos como algo
tan simple como tomarse la mano.
Entonces, entre más conflictos y más
evitación de la intimidad, más se acentúa
ese impacto de la sexualidad cuando
estamos pasando por mucho cansancio,
por mucho estrés o un burnout.
Vivir el sexo como obligación,
cuando lo vemos como una tarea,
como algo que toca hacer,
como el pago mensual,
el alquiler de la renta
para que no me echen.
Cuando vemos el sexo de
esta manera, también nos damos
cuenta que algo está
impactando en nuestra sexualidad.
Y síntomas físicos como el estrés,
el insomnio, el dolor corporal,
el bruxismo, es bien importante, acompañan
la dificultad de una respuesta erótica.
Si nosotros estamos sintiendo dolor en
alguna parte de nuestro cuerpo,
no vamos a estar tan dispuestos al placer
o al disfrute.
O podemos estar dispuestos, pero nos va a
doler, vamos a parar.
A muchas veces las personas
quedan con insatisfacción,
frustradas, por no dar
lo que tendrían que dar.
Pero no es lo que tienen, es lo que pueden
con su cuerpito adolorido.
¿Listo?
Entonces, si el cansancio se vuelve
clónico y empieza a apagar el deseo,
no es una falla personal, de
verdad que no es una falla personal,
no es una falta de amor, no
es que uno no quiera estar ahí.
Pero es una señal que tu cuerpo y tu mente
te está diciendo de parar, de,
no sé, pidamos ayuda, repensémonos,
comemos la intimidad, que es lo que
estamos viviendo, como
estamos viviendo, no solo
la intimidad, sino todas
las áreas de la vida.
Entonces, si el cuerpo pide pausa, pues el
deseo seguramente también va a pedir pausa.
Y no es falta de atracción, en serio,
creemos que el deseo sexual de nuestra
pareja está ligado a nuestra aprobación y
a nuestra validación, sino que es un
recordatorio de que necesitamos cuidarnos
más.
Muy bien.
Bueno, entonces, si no tengo ganas,
entonces es que está mal.
No, no está mal.
Lo primero que necesitamos decir es que el
deseo sexual, volvemos, no es lineal,
¿Es normal perder el deseo durante periodos estresantes?
no es constante.
Fluctúa según nuestro
contexto, salud, emociones,
todo lo que hemos venido
viendo hasta ahorita.
Entonces, ¿qué necesitamos hacer?
Normalizar la variabilidad del deseo.
Toda la literatura y toda la investigación
que hay en torno al deseo nos muestra que
es normal, es normal tener periodos de
bajo línea, es normal que durante ciertos
momentos de la vida, no un día,
periodos, donde no nos dé ganas.
Sobre todo si estamos pasando por
situaciones de alto estrés o sobrecarga.
Si he perdido a alguien importantísimo para
mí recientemente, es normal no tener ganas.
Insisto, cada persona reacciona diferente
a situaciones similares.
Hay personas que, por ejemplo,
pasar por un duelo le aumenta la libido.
Hay personas que pasar por un duelo le
apaga la libido.
¿Son respuestas a alguna buena o alguna
mala?
No, son respuestas diferentes.
Esto no siempre implica un problema
clínico.
Si es algo significativo, deterioro
sostenido, ahí lo revisamos.
Y también sería bueno
revisar cuándo es un
problema de algún
diagnóstico o cuándo es culpa.
Me llegan muchas personas pensando que
tienen problemas sexuales y después cuando
lo empezamos a mirar tienen un componente
de culpa muy muy grande que es lo que
realmente no les permite conectar con su
sexualidad.
¿Listo?
Y la nueva obligación no presionar al
deseo no vivir el sexo como obligación.
¿Eso qué hace?
Genera más ansiedad y cuando se genera más
ansiedad bloquea la respuesta sexual.
¿Por qué?
Porque se libera más cortisol y ya lo hemos
estado hablando hasta el momento de hoy.
¿Listo?
Entonces siempre trabajar desde la idea
del consentimiento, del cuidado,
de seguir trabajando
desde este lugar de empatía
y comprensión para
nosotros y para el otro.
Entonces, ¿qué se puede hacer acá?
Proponer un modelo de comunicación que sea
validante para todas las partes de la
pareja en donde pueda haber intimidad pero
sin exigir sexo.
Entonces, por ejemplo, si hoy ustedes no
tienen ganas, oye mi amor, hoy no tengo
¿Cómo reconectar con la intimidad sin presión sexual?
ganas pero quiero estar contigo de otra
forma.
Nos podemos abrazar, nos podemos acariciar,
podemos compartir una ducha, ¿sí?
No perder la intimidad por no querer tener
relaciones sexuales es muy importante.
Proponer pausas también nos ayuda y eso va
a aumentar nuestra y a mantener la
conexión afectiva a pesar de las
situaciones estresantes que estén pasando.
También hay un riesgo de evitar la
intimidad.
Entonces, cuando tenemos esta arritmia de
deseos donde uno quiere más, otro quiere
menos, muchas parejas empiezan a chocar,
a evitar este deseo.
Entonces, esta comunicación constante,
consciente, asertiva y todo lo que hemos
venido trabajando ahorita en esta charla
nos va a ayudar a que baje y disminuya esa
sensación de frustración, de rechazo,
de no ser deseada.
Entonces, no está mal si no tienes ganas,
¿vale?
Listo, vamos hacia estrategias para
profesionales.
Bueno, creo, no estoy tan segura que
tantos profesionales tengo en este momento
en sala, pero voy a hablar brevemente
sobre las formas en las que podemos como
profesionales, terapeutas
de pareja o terapeutas
sexuales, afrontar esta
situación en consulta.
Entonces, en la anamnesis sexual,
sé que Abuelo siempre hace preguntas sobre
sueño, sobre estrés laboral, sobre carga
de cuidados, sobre situaciones afectivas y
emocionales que la otra persona esté,
que nuestros consultantes estén pasando.
Listo.
Las intervenciones sobre descanso y sobre
sueño.
A veces también hay que, aunque la pareja
venga por temas sexuales, a veces hay que
hacerles pequeños cambios y recomendaciones
en torno a su higiene del sueño.
Regular horario, reducir pantallas,
si es posible que trabajen, bueno,
cuando es posible como que modifiquen
horas laborales de ser necesario.
Y eso también va a mejorar mucho el ánimo
y la energía sexual en pareja.
Recomendaciones.
Normalizar la variabilidad del deseo.
Enseñar el modelo circular de Bason es
súper importante.
El tema de que no es espontáneo y que
muchas veces pasa como desde otros lugares.
Es que mi gato empieza a camaullar.
Listo.
Eso también nos ayuda y eso también va a
ayudar a validar el cansancio de los
pacientes y eso les permite también
explorar narrativas culturales.
Que a veces tenemos en torno al deseo como
el rendimiento y va a ayudar a desmontar
las exigencias, como las creencias que yo
les he venido mencionando hasta ahorita.
El mindfulness y la reducción de
interacciones.
También hay muchos estudios que han
hablado que la práctica de la atención
plena ayuda un montón a trabajar estos
casos.
Las intervenciones de parejas centradas en
el vínculo.
Por ejemplo, proponerles
que hagan pausas
eróticas, o sea que
bajen la frecuencia sexual.
Que prioricen prácticas microeróticas
también.
A veces introducir protocolos de contactos
que no busquen contacto como penetrativo,
ni en llegar al clímax, sino más como
respiración sincronizada, o masajes,
miradas sostenidas, también ayudan mucho
en terapia.
Y todo esto.
Y ayudarles a crear guiones o scripts
sobre una comunicación compasiva.
Y negociar ritmos.
Esto también les va a ayudar bastante en
terapia.
Y si es necesario, si lo ven prudente,
y si lo ven en su criterio de evaluación,
ver si es necesario acudir al médico
cuando es necesario.
Pero bueno, acá pueden
haber más parejas que
profesionales, así que,
¿cuáles serían esas estrategias?
Porque no todos se tienen que trabajar en
terapia.
Ustedes también, desde sus relaciones,
también pueden trabajar en esto.
Y es comunicar el cansancio sin culpa.
Usar mensajes en primera persona, definiendo
tiempos y una propuesta alternativa.
Por ejemplo, hoy me siento
agotado en primera persona, pero
te propongo que nos podamos
abrazar en vez de tener sexo.
Entonces, ¿cómo ir generando este tipo de
comunicación en pareja?
Redefinir la intimidad.
Muchas veces, como dije, nosotros estamos
muy educados por el porno.
Y recordar que no todo encuentro sexual
tiene que terminar en sexo.
Que hay otras formas válidas de conexión,
como masajes caricias, compartir la cama,
ducharse juntos, el contacto físico y
emocional.
Eso va a ayudar a construir la conexión.
Planificar encuentros eróticos,
pero con realismo.
¿En qué momento del día ustedes tienen más
energía?
¿En qué momento de la semana ustedes
tienen más disponibilidad para eso?
¿Qué factores son
necesarios para ustedes
tener resueltos antes
de entregarse al placer?
Todo ese tipo de cosas
se pueden planificar
teniendo toques de
espontaneidad claramente.
Listo.
Y el autocuidado compartido.
Turnarse para tareas, priorizar el descanso
muchas veces, y eso también va a ayudar.
Como con esas pausas eróticas que estaba
mencionando anteriormente.
Muchas veces también sirve crear rituales
pequeños, así sea, no sé, tomarse el té
juntos después de la cena y hablar de cómo
estuvo el día.
Darse un masaje corto al final del día,
así sea, de piecitos, de manitos.
Mirarse a los ojos un minuto al día.
Crear esos pequeños rituales también ayuda
mucho.
Y prioricen la calidad sobre la cantidad.
A veces tenemos la idea de que tenemos que
tener sexo todos los días de la semana,
o cinco días de la semana, o a veces nos
comparamos.
Es que mis amigos, es que yo he visto,
es que la gente me cuenta.
Pero si ustedes tienen sexo una vez a la
semana, pero es de gran calidad,
es mejor eso que cuatro relaciones donde
no son satisfactorias.
Y pues la comunicación comprensiva,
amigos, siempre es muy importante.
Sería bueno que se fueran como con una
idea y escribieran como cuál para ustedes
podría ser una forma de intimidad no
sexual.
Esa también es otra tareita que pueden ir
anotando y pueden ir escribiendo.
Bueno, ya el tiempo nos está quedando
cortos, así que cuéntenme si tienen alguna
pregunta, porque bueno, yo ya traía una
actividad más específica y desarrollada,
pero cuéntenme cómo está.
¿Tienen alguna pregunta hasta el momento?
¿Me puedo tomar tres minutitos para la
actividad?
¿Qué me dicen?
Bueno.
Mientras veo si hay más personas o no como
para la actividad, mientras me van
respondiendo, les quiero compartir algunos
recursos que les traje.
Este es Born Out, el secreto para romper
el ciclo del estrés.
Este libro es de Emily Nagotsky.
Ella es una terapeuta sexual brutal.
Ay, muchas gracias.
Entonces, es el libro de la que les recomendaba
cómo hacer para gestionar el estrés.
Si ustedes están en pareja y quieren saber
un poquito más sobre inteligencia erótica,
Esther Perel es maravillosa.
Estos dos libros maravillosos,
está el de si son ya profesionales y
quieren saber algo más de terapia enfocada
en la compasión.
Este libro también es bastante bueno.
El autocuidado en el
mundo real, porque cuidarse
en este mundo con
esta sociedad no es fácil.
En Netflix encuentran Headspace,
guía de la meditación.
Si nunca han meditado y quieren empezar,
es una serie documental bastante buena.
Si quieren ver cositas más relajadas,
como que no tenga que ser tan teórico.
Por ejemplo, la película de Holiday
ayuda mucho como el descanso
permite que las personas se
abran a tener mayor conexión.
Y esta serie que se llama Modern Love está
en Amazon Prime y son historias sueltas.
Cada capítulo es una historia suelta.
Y miren, la verdad, ayuda bastante.
Ayuda bastante si se quieren mirar.
Gracias.
La actividad es la siguiente.
Van a coger una hojita y van a escribir,
van a dibujar la silueta de su cuerpo.
Y van a tener dos colores.
Con uno de esos colores van a marcar las
zonas donde sienten cansancio o tensión.
El ejercicio que hicimos de respiración
para regular el sistema nervioso autónomo
puede ayudarles a darse
cuenta si la mandíbula está tensa,
si el cuello está tenso, si
los hombros y las piernas.
Y con otro color, cuando terminen de hacer
eso, van a marcar las zonas donde
desearían tener contacto, donde desearían
tener placer o partes donde ustedes dicen
a mí me tocan acá y me descansa
absolutamente.
Hay personas, por ejemplo, que son muy
sensibles que les toquen los pies.
Hay personas que aman los masajes de pies.
Hay personas que les
encanta que les consientan
la espalda y se duermen
en cinco segundos.
Hay personas que les tocan la espalda y se
mueren de risa.
O hay personas que les toca la espalda y
se excitan.
Entonces, sería muy bueno que ustedes
tuvieran como ese mapa corporal,
esa silueta de ustedes,
donde reconozcan dónde
cartamos el estrés y en
dónde sentimos placer.
Esto les va a ayudar también para hacer
conciencia del cansancio físico,
que a veces no notamos, pero también de
alternativas y de formas de estimular
también nuestro cuerpo para sentir
descanso, para sentir placer.
Entonces, ahí les dejo.
Este es uno de diez ejercicios que
tenemos.
Yo hice la tarea completa, chicos.
Entonces, yo hice una guía con diez
ejercicios.
Si quieren el documento con los nueve
ejercicios, les voy a enviar…
Un segundo…
Les voy a mandar el link del formulario en
donde van a poder descargar la guía con
diez ejercicios para
conectar con el placer y
regular y descansar y
bajar los niveles de estrés.
¿Vale?
Entonces, miren, si
ustedes desean tener
acceso a esto, pues
miren, acá se los comparto.
Si algo de esto les resonó, si sienten que
están muy estresados, que su pareja está
muy estresada, que de la lista de las ocho
creencias, apuntaron muchas que sí,
que tienen, pues les
recomiendo que si tienen interés
de trabajarlo más a profundidad,
tenemos agenda abierta.
Tienen nuestro número
de WhatsApp, siempre
los invito a que nos
sigan por redes sociales.
Estamos en Instagram como arroba S de
Sexólogos.
Si me quieren seguir a mí, estoy como
Marce Castro, raya al piso, psicosex.
Y podemos hablar más a profundidad de
esto.
Entonces, la bibliografía,
porque como les digo,
todo es con soporte
y evidencia científica.
Muchísimas gracias por su participación,
por estar aquí.
Cuéntenme si, vuelvo, insisto,
si tienen alguna pregunta, yo con
muchísimo gusto, encantadísima de
resolver.
Ay, con muchísimo gusto, Alexander,
ya está, muerto y muy solita.
Espero que hayan anotado
las tareas, las preguntitas que
les dejé, que se las pongan
a ustedes si están con pareja.
Se las lleven a su pareja, todo esto hace
parte del autoconocimiento.
Con mucho gusto, María.
Bueno, pues no siento más, no sé si tengan
alguna duda, todo súper claro.
Si a alguno le interesa, por ejemplo,
tener las diapositivas o la información,
me pueden escribir.
Yo, feliz.
Gracias, María.
Muchas gracias, Carolina.
Que tengan un excelente día.
Espero que muchos vayan muy bonitos.


