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Los 2 inalcanzables: Amor y sexualidad
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Los inalcanzables: amor y sexualidad
Quizá te pasa que sueñas con vivir un amor como el que has visto en tu serie, película o novela favorita, tranqui, esto es súper usual, no quiere decir que haya nada malo contigo. Sin embargo, me gustaría preguntarte
¿Qué es lo que te gustaría que pasara en esa versión donde eres protagonista?
Todo el tiempo nos encontramos contenido que hace alusión al amor, en películas, novelas, series, canciones, libros, publicaciones en diferentes aplicaciones y casi todas con algo en común: nos muestran como debe ser el amor ideal.
Recientemente empecé a ver k-dramas y vaya que entiendo porque seguimos en esto de idealizar las relaciones. Son historias que conmueven hasta las lágrimas, que nos llevan a soñar constantemente con ese tipo de amor que implica conocer a alguien y compartir la vida juntos para siempre, complementarse en absolutamente todo, tener cero o pequeñas discusiones que terminan arreglándose con unas muestras de afecto impresionantes, en conclusión, esas historias donde el amor puede con todo.
Unos cuantos mitos
Sé que puede sonar un poco sarcástico, pero te invito a que hagamos un alto en este momento. Seguro que has escuchado hablar de los mitos del amor romántico, que para muchas personas es una linda manera de decir que se quiere matar el romanticismo, pero… ¡No!
Estas lecturas respecto a lo que esperamos en las relaciones de pareja, tienen como propósito conservar el romanticismo y brindar nuevas perspectivas que permitan cuestionar los antiguos patrones que teníamos validados y que han tenido implicaciones muy grandes frente a las experiencias frustrantes que podemos vivir al encontrarnos cuando no se cumplen en la realidad, el abrir la discusión a pautas de autocuidado, el establecimiento de límites y mil aspectos más en pro de relaciones saludables.
La representación de la sexualidad
Ahora bien, no solo nos muestran cómo debería vivirse ese amor dulce e ideal, también abordan cómo tendría que ser la sexualidad cuando se está enamorados, lo típico: no salir de la habitación, haciendo sesiones maratónicas de días de pasión; tener un deseo sexual (además espontáneo) constante que se refleja en que se ven y enseguida ambas partes (porque además las representaciones usualmente son de dos: hombre y mujer) están con las ganas a tope; un entendimiento casi perfecto donde no se necesita conversar de alguna dificultad o diferencias respecto a lo que se desea en esa sexualidad compartida; y la cereza del pastel, los orgasmos simultáneos.
En el caso de las escenas que tienen que ver con lo erótico, lo sexual, vaya, vaya. Se vive la tensión, se siente a través de la pantalla lo intensa que es la conexión y lo mucho que se desean los protagonistas. Y esto es genial, porque muchas personas pueden experimentarlo, sin embargo, nos lleva a creer que siempre que estemos enamorad@s la sexualidad se vivirá de esa manera tan intensa y no, hay muchos más factores que se vinculan con que podamos disfrutar con esta plenitud.
La doble moral
Otro punto a tener en cuenta es cómo se hace una condición el estar enamorados para poder disfrutar de la sexualidad. Con gran diferencia, discursos que están ligados más a un género que a otro.
Por ejemplo, en el caso de las mujeres se repite constantemente (si, aún) que para que puedan disfrutar de la sexualidad si o si deben estar enamoradas y de esta manera entregarse desde el amor, lo cual puede ser maravilloso, pero también tiene un sentido respecto a condicionar las relaciones y el disfrute pleno de la sexualidad. En el caso de los hombres este discurso es poco usual, por el contrario, suele enseñárseles que entre más fácil les sea tener encuentros sexuales sin ningún tipo de vinculación afectiva, mucho mejor.
Por supuesto que los polos, como ocurre constantemente, no son algo posibilitador, por lo que asumir que siempre se debe estar enamorados o por el contrario que no se debe experimentar nada afectivo, condiciona la sexualidad dentro de unos parámetros poco realistas.
Surgen muchos dilemas respecto a no tener relaciones sexuales, aunque se presente el deseo en las personas implicadas en el vínculo, porque aun no se habla de amor o en el otro lado, de evitar cualquier tipo de muestra de afecto porque entonces se falla a cumplir con lo esperado según ese rol de género en la sexualidad.
El equilibrio
¿Entonces qué hacemos con todo esto? Lo primero que podemos tener en cuenta es que la sexualidad al ser una dimensión tan amplia se ve permeada por múltiples factores, por supuesto que está el aspecto afectivo, pero también lo que ocurre contextualmente, nuestra salud mental, las dinámicas relacionales, nuestras creencias, los aprendizajes a lo largo del proceso de desarrollo, las historias configuradas con las figuras importantes, los mensajes que hemos recibido por parte de los medios de comunicación, entre otras tantas cosas.
Y tener todo esto en cuenta nos permite cuestionarnos el tener que vivir el amor y la sexualidad de la misma manera que otras personas. Recordemos que hay tantas sexualidades y formas de vincularnos, como personas en el mundo.
Un buen paso es evaluar e identificar qué es lo que para cada persona es importante tanto a nivel de la relación, como en la sexualidad (a nivel individual y compartida), para poder así configurar límites, comunicar necesidades y establecer acuerdos, a su vez en pro de identificar si se comparten o si se pueden negociar cambios necesarios.
En terapia es usual encontrarnos trabajando estos aspectos. Nadie nos ha explicado cómo relacionarnos en pareja, a tener conversaciones que son consideradas incómodas, negociar, gestionar nuestras emociones o establecer límites, sin embargo todo esto y más puede abordarse en espacios de acompañamiento profesional, asesorías, procesos terapéuticos y por supuesto, no solo cuando estamos atravesando una crisis, también si queremos aprender, trabajar en nosotr@s mism@s para poder configurar relaciones saludables, así que si quieres dar este paso, no dudes en escribirnos o agendar con alguien de nuestro equipo de S de Sexólogos.
Puedes hacerlo a través de nuestro WhatsApp o llamándonos al +34 641 811 639, estaremos encantados de escucharte y ayudarte.
Conclusiones
El amor y la sexualidad en la vida real requieren de conversaciones incomodas, cuestionar mitos y creencias que hemos heredado, pero también de cuidados diarios, respeto, comunicación y mucha responsabilidad afectiva. Si al romance, a la pasión, a relaciones reales.
Referencias