1×03 – ¡Dejémonos de mitos! Que viva la sexualidad femenina

En este episodio de Sexologando exploramos los mitos que limitan la sexualidad femenina, abordando la masturbación, la virginidad, el placer y la doble moral
Temas del Podcast:

Trascripción:

¿Por qué es importante hablar de sexualidad femenina en el Día Internacional de la Mujer?

Jimena:
Hola, hola, te damos la bienvenida al tercer episodio de nuestro podcast Sexologando, donde nos tomamos el sexo muy en serio, pero sin dejar de lado el humor y la buena onda. Hoy estaremos acompañándote Jime, Pau, Inma, Gerar y Cris. Nosotros somos parte de los siete profesionales creadores de S de Sexologos. Recuerda que en este espacio encontrarás información actualizada y con sustento científico sobre temas de sexualidad y por supuesto datos curiosos y uno que otro chismecito. Aclarado todo esto, empecemos. Bueno, bueno, no sé si lo saben, pero en marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, específicamente el 8 de marzo, donde se reivindica a todas las mujeres y la igualdad completa de derechos. Y suele ser un mes donde a través de diferentes eventos se habla sobre temas relacionados con los derechos de las mujeres. Y además de hacer una conmemoración a lo que han logrado las mujeres históricamente, también hacemos una evaluación del estado de la cuestión actual. Así que qué mejor que darle un espacio al tema de la sexualidad femenina.

Paola:
Sí, Jaime, la verdad es que es un tema súper importante hablarlo porque, bueno, como nos hemos dado cuenta, son muchísimos los mitos y las barreras que a la actualidad también nos encontramos nosotras para poder vivir de manera plena y placentera nuestra sexualidad. Yo sé que muchos pueden decir, no, pero si ya están súper liberadas, ya tienen todos los derechos y demás, pero este tema de estar en igualdad de condiciones realmente No tanto, eh. Entonces, pues, sabiendo que nos queda un camino largo por recorrer, es un tema súper importante.

¿Qué mitos limitan la vivencia sexual de las mujeres hoy en día?

Inmaculada:
Bueno, y ya que sabemos que vamos a hablar de todo esto, ¿os parece bien que entramos en materia? Os voy a proponer que cada uno vaya pensando a algún mito sexual que haya limitado vuestra vivencia sexual, la femenina, ¿no? Para ahora comentarlo. Y mientras tanto, Cris nos va a dar un dato curioso, que por cierto, nos manda su audio desde Medellín.

¿Cómo nació el primer vibrador femenino y qué dice eso sobre la historia de la sexualidad femenina?

Cristina:
Bueno, yo hoy les traigo el dato curioso de cómo se creó el primer vibrador femenino. Este surge en el siglo XIX, claramente pensado no como un juguete sexual, sino más bien como una herramienta médica para lo que en ese momento se conocía como la histeria. femenina. Este término era una especie de etiqueta para cualquier molestia emocional o sexual que experimentábamos nosotros las mujeres. Los médicos de ese entonces realizaban masajes en la zona pélvica para provocar lo que denominaban un paroxismo histérico, pues que realmente era el orgasmo y este era el método de tratamiento. El invento se le debe al Dr. Joseph Mortimer Granville, gracias a Dios que le existió, quien lo patentó ya que él empezó a sufrir dolores musculares, pues él hacía estos masajes de manera manual. Sin embargo, el uso del vibrador para estos fines se hizo popular súper rápido y fue evolucionando hacia el artículo de autoplaser que conocemos hoy en día.

¿Es cierto que las mujeres no son tan sexuales como los hombres?

Inmaculada:
Gracias, Cris. Bueno, pues con los mitos empiezo yo, ¿vale? ¿Habéis escuchado alguna vez que las mujeres no son tan sexuales como los hombres? Esa creencia, bastante errónea desde mi punto de vista, la verdad, dice un poco que el placer sexual de las mujeres es menos relevante o es menos prioritario que el de los hombres. He llegado a escuchar que si las mujeres tienen deseos son infómanas, son viciosas o raras. Mientras que las hombras tienen un fuego, una necesidad básica, así como que le nace de dentro, incontrolable, que nosotros no entenderíamos. ¿Qué opináis de esto?

Jimena:
Vaya, pues nada más lejos de la realidad. No sé ustedes qué piensan, pero creo que es un mito que limita mucho la experiencia de cada mujer, porque evidentemente es como un no permiso. O sea, no tenemos permiso a sentir ese deseo, porque si no, entonces se nos está tachando de una cantidad de adjetivos que no voy a mencionar aquí, pero que todos sabemos más o menos por dónde va y que hace que las mujeres a veces repriman mucho esta parte.

Paola:
Sí, de hecho, fíjate que ahora mismo pienso un poco en lo que nos encontramos en terapia, porque cuando empezamos a hablar de esa sexualidad femenina surge muy, muy marcado este discurso de es que yo me siento súper mal cuando me doy cuenta que tengo ganas, es que yo recuerdo que me decían que eso no estaba bien, que he escuchado que las mujeres no tenemos tanto deseo, entonces es como si se volviera casi que a una cárcel para decir no puedo salir de aquí porque cuando yo tengo deseo eso está mal. Entonces, pues, por supuesto tiene un impacto súper grande en la sexualidad de las mujeres.

Jimena:
No, y de hecho también para los hombres porque a veces las mujeres en las parejas, lo he visto mucho en las asesorías que llegan las parejas y las mujeres se sienten mal por sentir que tienen más deseo sexual que su pareja y a veces los hombres también sienten que no tienen derecho a tener de pronto unos momentos donde no se sientan tan conectados con su deseo porque entonces se ve cuestionada su virilidad o su masculinidad. complejo.

¿Por qué sigue siendo un tabú que las mujeres se masturben?

Paola:
Es que fíjate que usualmente esos mitos van en doble vía porque uno dice bueno estamos hablando hoy de mitos femeninos pero al final impactan el tipo de relación que tengas porque si estamos hablando de una relación heterosexual y estás con tu pareja que es hombre efectivamente va a impactar es como nos sentimos obligados a hacer o no hacer ciertas cosas va por dos direcciones ahí. Pues bueno este que nos estaba compartiendo, Inma yo quiero arrancar con otro Y es muy famoso de, las mujeres no se masturban. Como, madre mía, una mujer que se toca, que le pasa. Eso, de hecho he visto imágenes como, es el timbre del diablo. Y es como, pero, pero, ¿qué me están diciendo? Y además de eso sumemosle que cuando estamos hablando de que estamos en una relación de pareja o que tenemos vínculos, pues se ve incluso peor. O sea, tú cómo te masturbas si tienes parejas, si tienes vínculos. El deseo tuyo debería estar sólo focalizado en las personas con las que tú tienes esa relación.

Inmaculada:
Ya no te satisface. Ya no te satisface.

Paola:
Efectivamente, si te masturbas es que algo anda mal en tu relación con tus parejas o tu pareja. Entonces nos limita una barbaridad. Y yo soy súper pro masturbación ya que estamos aquí hablándolo. No solamente porque se siente muy bien, por supuesto. sino porque realmente las investigaciones, ustedes saben que aquí habíamos dicho que íbamos con datos científicos, pues nos han demostrado al final que realmente son muchos más los beneficios que lo que muchas veces nos dijeron de es que van a tener problemas, que no se van a poder embarazar, que entonces, bueno, todos esos cuentos chinos que nos echaron muchas veces, es todo lo contrario. nos ayuda a mejorar nuestra salud mental, física, nos permite también comunicar con nuestra pareja o nuestras parejas, qué queremos, cómo queremos vivir nuestra sexualidad y también nos ayuda a saber qué sí y qué no, es decir, establecer también límites. Así que, bueno, hay que ir rompiendo un poco con eso de que se escandalice mucho la gente cuando no dice, pues sí, yo me masturbo. ¿Ustedes qué dicen?

Jimena:
Sí, y de hecho creo que justamente se vincula también con lo que nos comparte Cris desde Medellín contándonos un poco acerca de esta historia del vibrador femenino y de cómo fue creado y todo este tema en relación con la histeria y qué fuerte que siempre todos los temas relacionados con las mujeres han estado como atravesados también por la estructura médica, por el control, por muchas cosas ahí súper complicadas.

Paola:
Y de hecho, fíjate que ahora que lo mencionas, cuando Cris nos estaba compartiendo ese audio, pensaba en la película Hysteria. No sé si la han visto, pero súper recomendada. Sí, muy buena.

¿Qué implica el mito de la virginidad en la sexualidad femenina actual?

Jimena:
Bueno, pues entonces hablando de reprimir y controlar la sexualidad femenina, creo que hay un mito que tiene mucho que ver con esto y es el de la virginidad, es un valor muy importante. Este mito sugiere que una mujer debe permanecer virgen, es decir, no tener relaciones sexuales hasta el matrimonio para ser valiosa, entre comillas, o pura, entre comillas. lo cual puede generar mucha presión y mucha vergüenza entre aquellas que no cumplen con este estándar. Digamos, puede que algunas personas piensen que en la sociedad moderna ya esto no se ve tanto y que pronto no se haga este relacionado más con algunas culturas, pero creo que si bien no es la virginidad exactamente, si es como esta necesidad de o no explorar demasiado o no hablar del número de parejas sexuales o no decir que se está haciendo activa sexualmente, entonces se ha transformado un poco pero sigue permaneciendo esta noción de que si tienes muchas relaciones sexuales o parejas sexuales entonces estás perdiendo esa valía de la que nos habla la virginidad.

Inmaculada:
Y actual, ¿eh? Porque a mí mi tío mismo me ha mandado un video de una muchacha que ponía que como el hombre podía tener más valor cuando tenía más relaciones y la mujer justo lo contrario, que es que perdía todo su valor y con unas connotaciones super mega ultra negativas.

Jimena:
Que fuerte.

Paola:
Yo no sé si ustedes han visto en TikTok está super super presente el tema del body count. Entonces son estos videos en donde salen los chicos, o generalmente chicos, también hay chicas no vamos a decir que no, diciendo no es que yo no quiero una pareja, una mujer que tenga un body count alto, que me diga que ha tenido más de 5 o 10 parejas sexuales porque ya no tiene ningún sentido establecer una relación sería con esta persona porque ha perdido todo su valor. La verdad es que es un discurso bastante, bastante fuerte y que es como si fuéramos un trocito de carne que dependemos de si el himen está o no está. Sabiendo que el tema de la virginía también es una construcción social. Por cierto, eso es para otro podcast, pero hay que ir teniéndolo en cuenta.

Jimena:
Sí, sí. Y es este hecho de ver la sexualidad como una pérdida para las mujeres, ¿no? Porque en el caso de los hombres, entonces sí, claro, hay que ganar experiencia y cuantas más mejor y cuando más técnicas y cosas aprendas mejor. Entonces también es una visión, pues una doble moral bastante cuestionable. Y un poco en realidad lo que hay que empezar a pensarse es que el inicio de la vida sexual es un camino en el que se ganan muchas cosas, se ganan experiencias y cosas muy ricas, pero para nada implica una pérdida de valor total.

¿El orgasmo masculino marca el final de la relación sexual?

Gerardo:
Suscribo lo de cosas muy ricas. Volviendo a los mitos, hay muchos que pasan desapercibidos. Yo conozco chicas que creían que después de que el chico eyaculara se acabó la función. A levantarse y a vestirse. Y nada que ver, la cosa puede continuar. Y más si hay, bueno, hay gente como, bueno, no diré detalles, que nos gustan, bueno, continuar la diversión y hacer cosas pues… Se puede hacer de todo realmente en la cama, no necesariamente el coito. Y la gente creo que realmente no lo entiende y creen que el acto sexual es uno y se acabó. Y si el hombre acaba, imagina la cantidad de personas que no han continuado con la relación sexual simplemente… Ya te veo levantando la mano. Simplemente porque cuando el hombre acaba, todo se acaba. ¿Qué pensáis sobre eso?

Jimena:
que yo era una de esas. Por dos. Es que yo creo que tiene que ver con esta noción que nos han dado de que el fin de la relación sexual es el orgasmo, ¿no? Entonces es como… Masculino. Efectivamente. No dicen de quién, ni de quiénes. No nos han dicho en de quién, pero hemos entendido que, pues, por darle justamente como esta priorización al placer masculino, entonces es el orgasmo de ellos, por lo tanto, con una… y digamos al llegar al orgasmo o los hombres al ejacular, pues entonces se entiende que ya ahí murió todo cuando en realidad pues eso es una parte de la experiencia y no tiene por qué ser el fin.

Paola:
Ahorita que contemos chismesitos, yo contaré cositas por aquí, pero bueno. Vale, Jime, cuéntanos tú cómo has vivido esto de los mitos ahí.

¿Cómo afectaron los mitos sexuales a la experiencia personal de cada integrante del equipo?

Jimena:
Bueno, pues yo creo que yo los he vivido todos como yo les he contado antes en episodios anteriores. Yo tuve una educación sexual muy restrictiva y muy conservadora y siento que eso, digamos, fue negativo para mi experiencia. Yo creo que yo me sentí muy culpable a medida que fui descubriendo mi cuerpo y mi sexualidad, o sea, la culpa que experimenté, no se imaginan, o tal vez sí. Pero bueno, también obviamente eso hizo que la falta de esa educación sexual me pusiera en situaciones que me hicieron mucho daño y el actuar de esta visión como complaciente, priorizando el placer de otras personas y no el mío, pues también obviamente fue difícil. Afortunadamente yo creo que me ayudó que siempre fui como muy rebelde de muchas cosas y poco a poco fui cuestionando esas cositas que como que no me terminaban de cuadrar para empezar pues a verlas de otra manera.

Paola:
Fíjate que yo te empiezo a escuchar y por supuesto también me conecto con un montón de cosas que tú dices porque también pasé por ahí. Pero como les decía antes, con lo que nos compartía Gerard, lo mío es muy de la mano de este mito de, o bueno, esta creencia que tenemos tan marcada de el hombre ha terminado, ha yaculado, no necesariamente quiere decir que ha tenido orgasmo, que también es otro tema súper interesante. Pero lastimosamente en ese sentido era como pues ya se acabó el encuentro y aunque yo lo hubiera pasado súper bien era como ya está. O sea yo podía querer tener un orgasmo pero era la condición de decir pues ya finiquitamos el tema.

Gerardo:
No sé si has visto las antiguas viñetas que se veía como el hombre tranquilamente yéndose y la chica pues mira tengo un cepillo de diente eléctrico. Con estos mitos entiende un poco ese tipo de humor del estilo ah no si es normal que ahora se queda a media y termina y es como por favor.

Paola:
Y es súper triste porque fíjate que yo en el punto de mi vida en el que estoy ya después de esto de la sexología, de ir cuestionándome cosas, digo que lástima porque me perdí de muchas cosas que quería vivir en esas situaciones y por decir priorizo el placer de la otra persona, pues no lo hice. Entonces ahora mismo yo soy súper consciente y soy súper responsable con mis orgasmos y digo no, si yo quiero continuar también lo puedo conversar con mi pareja y es bonito porque si hay esa apertura pues se puede hacer.

Gerardo:
Luego punto del día, hacer el molinillo lo primero.

Paola:
Sí, sí, el Saturama y el helicóptero, no, no, eso no es necesario, no hace falta.

Jimena:
Tampoco estamos diciendo que el orgasmo tenga que ser obligatorio, porque también creo que eso tenga que ser una presión, sino que un poco que cada quien diga hasta donde se quede a gusto, hasta donde te sientas tranquilo y eso puede ser orgasmo, un orgasmo, pero sí es placer.

Paola:
Sí, y me gusta la declaración porque fíjate que cuando yo digo este tema de que yo quería era como el limitante. Más que si pudiera o no pudiera, el limitante. Entonces, efectivamente estoy de acuerdo. No es como, si no hay orgasmo, entonces no se pasó bien. Pues no. Pero es lo que tú quieras experimentar en esos encuentros que tú puedas disfrutarlo. Bueno, vamos a ver porque también Chris desde Medellín nos va a contar su historia, ¿no? Nos va a contar. Así que la vamos a escuchar.

Cristina:
para mí el mito que más he tenido presente fue el de que las mujeres no se masturban resulta que yo me toco desde que tengo uso de razón claramente de pequeña no sabía qué significaba pero yo sentía mucha satisfacción ya cuando empecé a entender que hacía más o menos igual, sentía satisfacción pero luego después de tener mi orgasmo venía una oleada de culpa horrible por muchos años sentí demasiada culpa por eso pensaba que algo había malo en mí o que era una pervertida y en este momento soy feliz siendo una pervertida recuerdo que una vez cuando tenía como 11 años una tía me descubrió jugando con un masajeador que vibraba claramente me dio tanta vergüenza pero ella se lo tomó muy bien, ella fue muy cool recuerdo que ella entró me vio y dijo sí yo sé que eso se siente muy rico y se volvió a ir ahora lo recuerdo y creo que fue muy lindo y respetuoso conmigo luego estando en el colegio en la ESO hablando con una amiga le confesé que yo me masturbaba con mucha pena se lo confesé ella me confesó que también lo hacía y para mí fue como una revelación divina y desde ese momento empezó a hacer un tema súper natural en mí

Inmaculada:
Bueno, yo escuchando a todas, a mí se me han pasado muchas cosas de lo que estáis comentando y como gime yo he crecido en un colegio religioso que tenía escasa educación sexual solo con una pequeña charlita puntual, muy básica y más tirando hacia lo biológico. Esto se suma además de que yo quisiera ser una persona muy inocente y hasta bien tarde no he descubierto mi sexualidad. Bueno, quitando que una vez más tuve con 13 años, pero eso es otro tema. Volviendo a lo que iba, que me voy por las ramas. Lo que yo quería contar es que cuando yo empecé con las relaciones sexuales, para mí se abrió un mundo y era un… ¿por qué tengo que ir yo a clase? Con lo guay que está aquí quedarse, ¿no? Disfrutándolo. Y bueno, sí que es verdad que yo tuve una gran desventaja y es que yo hacía a mi pareja responsable de mi placer. No ya de que yo no reclamaba a mi orgasmo. No, yo lo hacía responsable. Es como, no, no, tú tienes que dármelo. Lo cual tampoco está muy bien, ¿no? Y a lo mejor debería haber explorado un poquito más. No había explorado lo suficiente por mi cuenta.

Gerardo:
Bueno, si hablamos de educación sexual, realmente en mi casa hubo poca. Mis padres tenían vergüenza sobre este tema. Y en Argentina, bueno, cuando estaba en primaria nos pusieron un documental sobre la reproducción, el sexo, lo anticonceptivo. La verdad es que es bastante bien. Eso abrió la veda que los niños hablásemos de esas cosas en clase, de los cambios de la pubertad, y incluso las vergüenzas que muchos sentían porque le estaban creciendo el vello o los pechos. En mis casos los pechos fue por exceso de alfajor a chocolate, pero ese punto es otra cosa. aflora muchas dudas y creo que en gran parte casi todo esto es dominado por mitos es fruto de no querer intentar responder por vergüenza o miedo como bien dices por ejemplo todos los hombres hemos crecido o al menos los que yo conozco con el miedo de tengo que rendir mi performance y no sé qué que sí es verdad que volviendo lo que decía jime me quedó muy a gusto cuando veo que mi performance Pero eso ya es algo propio de construido, ya de mí en plan de, oye, pues sí, me apetece ser performático esta vez. Y es como, venga, estás que a gusto, yo sí feliz. Y muchas veces no tengo ni que acabar. Pero eso ya son cosas personales que, bueno, ya para otro capítulo.

¿Qué estrategias ayudan a desaprender mitos y reconstruir una sexualidad plena?

Jimena:
Claro. Bueno, entonces mi pregunta es ¿qué creen que les podríamos recomendar a las personas que nos están escuchando y cómo ha sido, digamos, un poco, quizá cada uno les puede compartir cómo ha sido nuestro proceso de rehabilitación sexual? No, pero en serio, ¿cómo ha sido? A ver, bueno, si quieren mientras lo van pensando empiezo yo. Yo creo que el conocimiento es poder. A mí, por ejemplo, me ayudó muchísimo, muchísimo comerme un montón de libros, informarme.

Gerardo:
¿Libros?

Jimena:
No, no, no, libros. En ese momento eran libros.

Inmaculada:
¿Qué tipo de libros?

Jimena:
libros informativos, empezar un poco como a criticar justamente todos esos patrones de los que estamos hablando, esas creencias, esos mitos y como decir esto no me termina de cuadrar, pero ¿por qué no me termina de cuadrar? ¿no? ¿de dónde viene? ¿será que siempre ha sido así? ¿será que se puede experimentar de otra manera? y empezar a preguntarme, claro, entonces cómo quiero construirlo. Yo, obviamente, eso es un proceso de años, de aciertos y de desaciertos, de aprender de las experiencias difíciles para no repetirlas, de trabajarse mucho en terapia también, y bueno, de empezar, sobre todo, como que a darse permiso. Yo creo que darnos cuenta que tenemos derecho a vivir una sexualidad plena y satisfactoria, pues es súper importante.

Paola:
Bueno, la verdad es que queda poco por agregar. siempre siempre siempre hay cosas por agregar lo que pasa es que claro yo te escucho y como nos pasaba antes me identifico con varias cosas no efectivamente volvemos un poquito ratón de biblioteca leer mucho pero más el tema de resignificar en mi caso resignifica la sexualidad desde donde desde hacer ese proceso de desaprender no de decir listo si esto era lo que yo hacía con esto de una u otra manera aunque era no tan funcional, lo veía funcional en su momento, pues ahora que me estoy cuestionando con qué me siento a gusto, empezar a identificar y a validar mis necesidades, y a validar también lo que para mí era placentero. Porque si no no partía de ahí era como, sí, la teoría está muy bien, he identificado cosas como que ya no me gustan, pero me faltaba escucharme a mí, a mi deseo, a lo que me generaba placer. Entonces, al final fue casarme un poco con esto, Pero también admitir que la sexualidad se transforma. Mi sexualidad de ahora no es la sexualidad de cuando yo empecé a tener una sexualidad activa.

Gerardo:
Tengo entendido confirmarlo o desmiéntelo. ¿Libros? ¿Bordes de mesas? ¿Cosas de ese estilo?

Paola:
No, no. Preferiblemente no, porque esos pueden ser un poco peligrosos.

Inmaculada:
eso daría para otro podcast.

Jimena:
Sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí.

Inmaculada:
Podríamos quedarnos hablando todo el día.

Paola:
Ya. ¿El día?

Jimena:
¿Cuántos días más?

Paola:
Así que bueno, admitiendo esto que la sexualidad se transforma y que se está moviendo constantemente, pues también es invitarme a mí a estarme chequeando cómo estoy con mi sexualidad en el momento en el que estoy en el presente. Si me siento a gusto, si son las necesidades que he identificado, si lo puedo hablar con mi pareja, si es algo que tiene que ver con mí o a solas. Ha sido más como ese casarme a, hey, ¿cómo estamos en la sexualidad? Vamos a hacer aquí un chequeito, ¿cómo vamos? Bueno, como estábamos hablando de esto, Chris hoy nos va a compartir este audio desde Medellín, pero ya no va a hacer tanto chisme, nos va a contar sobre un libro.

¿Qué recursos recomiendan para seguir explorando la sexualidad femenina con libertad y placer?

Cristina:
Yo les quiero recomendar un libro maravilloso escrito por una gran amiga mía. Es un poemario llamado La Virgen en Luto. La autora es María Gabriela Novoa. En sus poemas podemos percibir, mientras que los vamos leyendo, su lucha para dejar atrás el asco la bronca y la vergüenza que siente por disfrutar y por sentir placer Les voy a leer un pedacito de uno de los poemas Me escondo en un rincón del baño, meto la mano en el pantalón, dos dedos hasta el fondo, suena que algo se rompe, una telita, chorreo sangre, dos, tres, cuatro orgasmos y quiero más, quiero siempre más. Me veo la mano con sangre y pienso en mi virginidad, me río, me da risa haberme quitado la virginidad, pienso, es la mejor forma de perder la virginidad. Bueno, aquí les dejo este pedacito para que se animen a leer este poemario tan increíble.

Inmaculada:
Ahora tengo la piel de gallina. Bueno, Cris, luego te llamo y me sigues leyendo. Bueno, yo sí me anotaré, la verdad, yo no voy a mentir. Como he dicho yo he aprendido un poco a base de palo y os dije que yo hacía a mi pareja responsable de mi placer y claro esto es muy muy muy frustrante tanto para mi pareja como para mí. No tenía ni la frecuencia ni estaba satisfecha, horrible. Y empecé a interesarme por la sexología. El comenzar con los juguetes sexuales. El conversar con mucha gente muy diversa sobre su sexualidad. Me fascinó y me abrió un mundo. Y bueno, creo que todo esto ha sumado a que soy una persona que le gusta aprender y la idea era aprender. Por cierto, para aquellas personas con vulvas, recomendadísimo. Coge un espejo y ve lo que haces mientras te masturbas.

Gerardo:
Interesante. Y apoyar lo del conocimiento es poder. De hecho diría que la experiencia es lo más importante. Más que nada porque la gente más espabilada puede hartarse a leer libros y si no exploran, como dice Inma, ponen en práctica lo que leen, no generarán la experiencia necesaria para tomar mejores decisiones con confianza. Y realmente eso ha sido un poco mi camino. Lo he preguntado todo, lo he intentado de todo y la verdad es que eso me ha dado experiencia, resiliencia y confianza. Nadie nace sabiendo ligar o incluso tener relaciones sexuales. Es el arte de intentar probar suerte y aprender de los errores. Los mitos de los que hemos estado hablando rompe la acción. Evitan que lo intentes, evita que sigas o que te explora a ti mismo. Y eso suele llevar a frustraciones, a que la persona se vea más limitada, más insegura y más manipulable. Haciéndolas creer que, por ejemplo, si tu pareja tiene celos es que te quiere. Eso no ha sido yo el único que lo ha escuchado, ¿no? Me exigieron tener celos.

Jimena:
Qué importante lo que nos dices, Gerard, porque también creo que implica pensar… Es que eso nos da para otro podcast, ya no podemos alargarnos más tiempo. Tiene que ver con cuestionarse esas masculinidades tan tóxicas que les han sido impuestas y esos roles y todo este tema del performance y la duración y una cosa y la otra. Pero bueno, como se habrán dado cuenta, este tema da para largo. La sexualidad femenina es un mundo y desafortunadamente aún existen muchos mitos por ahí que limitan la experiencia sexual de las mujeres y esperamos haberles brindado un ratito para conocer más sobre este tema y sobre todo para que ustedes también puedan empezar a cuestionarse y empezar a ver desde otra perspectiva sus propias experiencias para que puedan decidir qué quieren hacer con ello.

Paola:
Recuerda que tienes derecho a vivir tu sexualidad a tu modo, como a ti te guste, de una forma libre, segura y placentera. De hecho, aquí me gusta ser la cuña, ¿no? Nosotros acá estamos hablando de prácticas y de explorarnos que no estamos obligadas, ¿vale? Porque esa es otra trampilla que de pronto surge en términos de, es que están hablando de que hay que más… No, no, no, no. Nadie está obligado a nada. Entonces, si esa no es la forma en la que tú quieres conocer tu sexualidad, también es válida. El tema es que para ti sea segura, libre y por supuesto también placentera. Así que anímate a conocerte mejor, ya sea por descubrir tu cuerpo, por el tema de tu potencial, como mejor sea para ti.

Inmaculada:
Bueno, y lo más importante, gracias por acompañarnos en este tercer episodio. Recuerda que si tienes cualquier duda o cualquier comentario puedes dejarlo en Spotify o también puedes enviarnos un mensaje directo a nuestra cuenta de Instagram donde nos encuentras como arroba sdc solo vos.

Gerardo:
Hasta el siguiente episodio. No olvides estar pendiente de nuestras redes sociales porque si vienen muchas sorpresas y novedades. Un abrazo enorme. Hasta pronto. (Todos: bye!)

Más contenido relacionado

Temas del Podcast:
Suscríbete a la newsletter